En demasiadas ocasiones, somos muchos los que pasamos numerosas horas en vilo sin dormir, a consecuencia de unos molestos y persistentes ruidos respiratorios nocturnos, conocidos popularmente como ronquidos, emitidos por amigos, familiares o por nuestras propias parejas.
Sin embargo, poco o nada sabemos sobre el origen de estos incesantes y nocivos ronquidos. En este sentido, decir que los ronquidos son provocados por una enfermedad denominada apnea del sueño, que se fundamenta en una progresiva consecución de episodios de pausas respiratorias más o menos prolongadas, puesto que algunas pueden alcanzar hasta el minuto de duración, que afectan y alteran la vía aérea y su permeabilidad, provocando un colapso de las vías respiratorias que no permite el normal funcionamiento del ciclo respiratorio.
Por si esto fuera poco, derivada de la apnea del sueño, tiene lugar un gran número de sintomatología y afecciones en la salud como es la ansiedad, la irritabilidad, los riesgos de padecer un ataque al corazón, la depresión, el malestar general, el cansancio, la diabetes, la hipertensión, el reflujo gástrico o la fibromialgia.
Puesto que esta enfermedad, conocida como apnea del sueño, es un problema de salud muy grave y nocivo, es preciso pensar en cómo evitar los ronquidos, y una vez atacado ese problema, combatir la enfermedad que los produce.
Pues bien, existen soluciones y tratamientos para ello que pasan por la elaboración y utilización de una prótesis mandibular. Dicha prótesis simula una férula que busca detener los ronquidos en sus distintos niveles de incidencia y gravedad.
Este tratamiento goza de una eficacia y sencillez contrastada para atacar de raíz el problema de los ronquidos y la apnea del sueño que los provoca.
Las estadísticas y estudios médicos avalan este tratamiento innovador, que es utilizado en nuestro país en prácticamente todas las principales unidades del sueño en los hospitales, por los beneficios que producen en los pacientes.
Esta prótesis ayuda al paciente a controlar y a mitigar los ronquidos, y la apnea del sueño de forma progresiva. Como resultado, los pacientes logran normalizar poco a poco su proceso de respiración, y una vez que éste se regulariza, comienzan a dormir mejor, más tiempo y de forma pausada, eliminando la diversa sintomatología que venían arrastrando a consecuencia de los ronquidos.
Colateralmente, las personas que duermen con los pacientes se benefician desde el principio de sus efectos, siendo testigos presenciales de la armonía respiratoria reinante.